Cuando una amiga se va
Mentiría si comienzo esta carta diciendo que no te extraño. Es complicado encontrarme con recuerdos, risas, sueños y metas que te involucraban. Extrañarte me resulta incómodo pero a la vez me recuerda lo mucho que fui amada y lo mucho que te amé.
Si has perdido una amistad que añorabas con el alma, seguro te puedes identificar. Soltar a una amiga con quien compartías todo, significa una pérdida enorme y de la cual no estoy muy segura que una se recupere al cien.
Extrañarte significó hacerme cargo de la responsabilidad que tuve en tu partida. Fue buscar respuestas para las cuales no había cabida. Fue pensar en todas las veces que estuve para ti y que no valoraste, ya que te fuiste sin explicación. Fue pensar en lo mucho que me ibas a hacer falta. Fue asumir que había situaciones donde no te comportaste de la mejor manera conmigo y yo las dejé pasar por mi falta de límites. Fue hacer un recuento una y otra vez de la última vez que hablamos, con el fin de entender qué fue lo que pasó. Fue tener un cierre sola, sin la conversación de despedida con la otra parte. Fue hacerme cargo de la herida, una y otra vez.
Recapitulé años de amistad buscando respuestas. Buscando indicios de cuándo todo cambió. Buscando alguna excusa que me pudiera hacer sentir mejor.
Perder tu amistad ha sido de las situaciones más dolorosas que he tenido que vivir. Durante dos años estuve esperando ese mensaje, esa llamada, ese contacto. Imaginaba que me escribirías para pedirme perdón por la forma en la que te fuiste. Imaginaba que nos cruzaríamos por la calle, nos abrazaríamos y lloraríamos. Imaginaba que te invitaría a mi boda a pesar de no haber hablado en todo este tiempo y que todo estaría como antes.
Después de mucha terapia, golpes contra la pared y mucho pero mucho llanto, estoy en paz con tu partida. Cualquiera que fuera tu razón para irte, la respeto. Entiendo que no sabías marcharte de otra forma y a pesar de que me merecía un cierre más amable, me diste el cierre para el cual tenías capacidad en ese momento.
Valoro infinitamente los increíbles momentos a tu lado. Te deseo siempre lo mejor, estoy segura de que vas a llegar muy lejos. Y si alguna vez nos volvemos a encontrar, me encantaría sentarnos a platicar, conocer tu nueva versión. Saber qué te gusta ahora, cuál es tu canción favorita del momento, qué miedos ya superaste, qué sueños ya cumpliste.
Te dejo algunas preguntas de journaling para el tema:
*¿Qué partes de este cierre fueron mi responsabilidad y cuáles fueron tuyas?
*¿Qué pasaría si pongo limites a esta amistad, seguiría en mi vida?
*¿Cómo puedo hacerme más ameno y menos doloroso este proceso de pérdida?
Gracias por leerme.
Besos, Ale.